
La ley antitabaco española es, como muchas otras cosas impulsadas por nuestro gobierno (tanto da si izquierdas o derechas), una chapuza en toda regla.
Entró en vigor en enero 2006 pero algunos aspectos no se llevaron a cabo hasta enero de 2007.
Fue aprobada por unanimidad en el parlamento. Se dotó a las comunidades de el derecho al desarrollo normativo de la ley lo que han aprovechado para establecer normas que "suavizan" la ley inicial o no han creado normativa de aplicación, regímenes de inspección o normativa sancionadora. Esto viene a significar que se ha creado una ley sin respaldo alguno por parte de aquellos que han de velar por su cumplimiento hecho el cual, por decirlo de algún modo, significa que la ley se ignora y, por tanto, no se cumple.
Me gustaría no tener que pensar que los impuestos provenientes del tabaco son un suculento ingreso a las arcas gubernamentales y por tanto interesa que la gente fume. No querría pensarlo, ya que lo que se ingresa por un lado, se lo gasta con creces sanidad por otro (en enfermedades directamente relacionadas con el tabaco se entiende). Pero todo el mundo sabe que los políticos españoles no destacan por su lucidez, quizás si por su opuesto.
Otros muchos países gozan ya de una protección mucho más efectiva de sus ciudadanos no fumadores frente a aquellos que han decidido jugar a la ruleta rusa con su propia vida y ennegrecer los pulmones de aquellos que los rodean y no han tenido voto en tal decisión.
Ante tal situación he decidido hacer aquello que, como individuo, puedo hacer. Parecerá una nimiez, una tontería, una acción sin repercusión ni trascendencia. Pero que pasaría si todos hiciésemos lo mismo...
He decidió no entrar más en bares, restaurantes y lugares de esta índole donde se permita fumar. Gastronomía y gases tóxicos no pueden ir de la mano. Entiendo que, si el dueño de un local pretende hacernos creer que en este se come bien, la primera decisión sensata que puede tomar es eliminar del ambiente cualquier inhibidor de nuestros sentidos tan obvio como el humo del tabaco.
Así pues, aquí dejo mi decisión.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario